Diseccionando a El País. 10/08/08

Laboratorio de ideas.

Al rescate obligado de bancos y Wall Street.

Paul A. Samuelson

“Debido al fracaso total que ha tenido anteriormente la regulación firme por parte del gobierno de los bancos comerciales, los bancos de inversión, los fondos de cobertura, las entidades de crédito hipotecario y otros fondos privados de capital riesgo, Estados Unidos se encuentra ahora sumido en una crisis financiera semiletal, y seguirá así durante un tiempo considerable”.

El articulista, ya desde el primer párrafo, responsabiliza al gobierno estadounidense de la crisis de los bancos privados, eximiendo a éstos de cualquier responsabilidad en su propia gestión. La fotografía en el centro del artículo: un helicóptero de rescate sacando del mar una $, es muy sugerente.

“Por consiguiente, mi tarea en este artículo es proporcionar un análisis serio de cómo y por qué será necesario un gasto gubernamental de calado en ayudas para restablecer la estabilidad en los principales bancos, en Wall Street y en los mercados extranjeros.

Las pérdidas tanto de prestamistas como de prestatarios son tan inmensas” (….)

Este es el núcleo del artículo. Para el articulista, es el gobierno el que debe sacar a los bancos del atolladero en el que se han metido con inversiones de dinero público, extraído, por supuesto, de los impuestos de los ciudadanos. El cómo y el porqué es necesario el gasto gubernamental, en mi opinión, no se aclara en las siguientes líneas. Y termina;

“El poeta Robert Frost escribió: "El hogar es el lugar en el que, cuando tienes que ir a él, te tienen que acoger". Lo mismo ocurre con los votantes de la actualidad. Cuando las cosas se vienen abajo, tenemos que empezar a reconstruir el lugar en el que vivimos”.

Nada como acabar con una poesía o alguna sentencia de renombre para endulzar un texto. Muy bonita, sí. Pero la cuestión es ¿Por qué lo que hay que reconstruir son los bancos privados y por qué se supone que ese es nuestro hogar?

Esta es la tesis que subyace en este artículo: los beneficios se privatizan pero las pérdidas se socializan. Otra mala idea. Los banqueros se forran a nuestra costa, pero cuando llegan las dificultades, son los ciudadanos con sus impuestos los que deben acudir al rescate para que éstos puedan seguir amasando dinero.